Peleas de Marcas
Estas peleas sí nos gustan. Nos dan vida y nos hacen pensar que la publicidad lejos de haber muerto, está más viva que nunca.
Si algo hay común para los mortales es que evitamos toda contaminación de espacios publicitarios. Y es porque se ha convertido (cada vez menos) en una traca de mensajes poco convincentes, incansables e interruptores del contenido.